Edición 2025 - Argentina

De izquierda a derecha: Diego Pascuzzo (Jefe del Departamento de Servicio al Cliente - CESVI ARGENTINA) junto al Jurado del Concurso Nacional de Lucha contra el Fraude, Argentina. Gabriela Bruzzese (Vicepresidente de AAPAS), Javier Iacobelli (Subgerente Antifraude de Seguros - SSN), Darío Osvaldo Bonanno (Juez del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 33), Marcelo O. Aiello (Gerente general de CESVI ARGENTINA)
Ausente en la foto: Javier Fernández (Juez Nacional en lo Civil, Director Ejecutivo Academia de Intercambio y Estudios Judiciales (AIEJ)).

Conclusiones del jurado

En el marco de la edición 2025 del Concurso Nacional de Lucha contra el Fraude organizado por CESVI ARGENTINA, este Jurado quiere compartirles las conclusiones a las que ha arribado como resultado del análisis de los casos novelados presentados, que fueran cerrados durante el año 2024, y que como siempre nos enriquecen a todos, exhibiendo fortalezas y debilidades tendientes a mejorar nuestras prácticas tendientes en mitigar este delito.

Por esto queremos agradecer -desde ya- a todos los participantes, sus colaboradores, los auxiliares de la actividad y a las propias entidades aseguradoras por su continuo esfuerzo por difundir y trabajar en esta actividad para que siga dando sus frutos.

Como punto de partida, queremos poner de resalto el grado de avance en la profesionalización de las áreas de prevención del fraude en las entidades aseguradoras, y que ha quedado en evidencia no solo por la gran cantidad de casos detectados, sino por la envergadura de los mismos, por la intensión de identificar a las organizaciones criminales que hay detrás de los mismos y por el esfuerzo –en algunos casos- de denunciar estas prácticas ante la Justicia Penal y con la consecuente imposición de condenas.

Lamentablemente, esta situación tiene como contrapartida un delito que se viene estratificando, que crece en su dimensión y que se complejiza, lo cual demanda notables esfuerzos de todos los actores –y que deben ser transmitidas a toda la cadena de valor- para reforzar su prevención en el afán de poder mitigarlo.

Celebramos desde ya las medidas de disuasión empleadas, que incluyen la interposición de denuncias penales, la denuncia de intermediarios presuntamente implicados ante el Organismo de Control y la baja de los códigos para operar con la aseguradora detectora.

Por otro lado, intensificación en la detección de fraude interno, cobra un valor significativo, porque cuando el fraude está organizado por un eslabón de la cadena de valor de la aseguradora, se causa un daño muy grave y el delito es más difícil de detectar.

Queremos elogiar también la mejora continua en la colaboración entre aseguradoras y el trabajo colaborativo tendiente a desarticular las organizaciones delictivas de alto impacto en el mercado que hicimos alusión anteriormente.

Además, queremos poner de resalto la efectividad en la detección de fraudes como producto de la implementación de canales de denuncias anónimas.

Sin perjuicio de ello, seguimos detectando en las distintas ediciones prácticas que necesitan ser erradicadas. En tal sentido, podemos mencionar:

  • La suscripción de seguros sin comprobar la situación crediticia de los asegurados, en contra de la política antilavado de “Conozca a su cliente”.
  • La emisión de pólizas sin validar correctamente la identidad del tomador/asegurado por robo de identidades.
  • La suscripción de pólizas sin comprobar la efectiva titularidad de los vehículos a asegurar.
  • La falta de un adecuado régimen de resolución de conflictos de interés como herramienta eficaz para la prevención de fraudes internos.

Un párrafo aparte corresponde realizar respecto del accionar de profesionales, como médicos y abogados, que integran las organizaciones y en donde se emplean denuncias y documentaciones falsas. En tal sentido, se han detectado:

  • Mismas fotografías presentadas en varios accidentes donde se pueden apreciar los mismos daños.
  • Adulteración de imágenes con herramientas de inteligencia artificial para generar reclamos.
  • Presupuestos confeccionados o editados por empleados de empresa proveedoras de servicios a aseguradoras
  • Mismos testigos presentados en numeras demandas civiles por daños y perjuicios en contra las aseguradoras.
  • Certificados médicos apócrifos, desconocidos por los profesionales intervinientes.

También, debemos resaltar el alarmante incremento en los casos de lesiones autoinflingidas, denunciadas como accidentes por personas de bajos recursos, dispuestas a cortarse tendones, y arrojarse sobre vehículos para obtener algo de dinero de entidades aseguradoras.

Frente a esta realidad, es clave remarcar que la detección temprana del fraude constituye la herramienta más eficiente para mitigar sus efectos.

Para finalizar queremos felicitar a todos los participantes, en especial a los ganadores de esta edición y a las aseguradoras por el gran trabajo realizado en los trabajos presentados.

Una vez más, agradecemos profundamente su compromiso y los convocamos a redoblar esfuerzos el próximo año. Nuestro desafío colectivo será seguir actuando con firmeza para disuadir, prevenir, detectar, denunciar y reparar el fraude en los seguros. Porque este flagelo no solo daña al mercado, daña a la comunidad en su conjunto.

Muchas gracias.